Unos doscientos
cincuenta kilómetros antes de Tam, nos desviamos unos kilómetros para visitar
la tumba del Marabú Moulay Lahcene, un Imán que iba a la Meca en peregrinación y murió en este
lugar, se ha convertido en costumbre que
todo vehículo que circula por estos lugares, se acerque y de tres vueltas alrededor
de la tumba en el sentido de las agujas del reloj, dicen que trae buena suerte
y aleja a los malos espíritus, lo cierto es que el sentido de las vueltas lo
aprendimos tarde, cuando la gente nos gritaba que íbamos al revés, un lapsus…
Atravesamos el pueblo
de In Ekker, después una zona militar y a unos 25km otro pequeño pueblo, In
Amguel, con un café junto a la carretera, bastante aceptable para lo que
veníamos viendo. A lo largo de la carretera, se suceden los cadáveres de los
vehículos que sucumbieron a las garras del desierto.
jueves, 24 de enero de 2013
lunes, 21 de enero de 2013
C'an Pinet del desierto II
Pintada en el muro de la
casucha en recuerdo de Pinet de Tárbena que nos había ayudado cuando Juan
Pastor tuvo el accidente, hicimos publicidad en el desierto, además pensamos
que no habría otra tan lejos, 3542km.
Cuando se viaja por el
desierto, lo mejor es ser precavido, y como nosotros lo fuimos, no tuvimos ningún
problema con el combustible, llegamos a Arak y nos dijeron que llevaban una
semana esperando al camión cisterna, no tenían ni agua ni diesel….nosotros
continuamos hacia Tam.
El paso de Arak está
formado por unas gargantas de piedra rojiza, allí los franceses tenían una
fortificación para controlar el paso en la ruta hacia Tamanrasset.
domingo, 20 de enero de 2013
C'an Pinet del desierto
Al día siguiente fuimos
a la gasolinera para llenar los depósitos de diesel y los de agua en una fuente
cercana, los grifos de la gasolinera no tenían paro automático y comenzaron a
derramar combustible por el suelo, pero
nadie se preocupaba, pues el precio del diesel al cambio era de tres pesetas el
litro. Nuestro mapa indicaba que había agua y combustible en el paso de Arak,
pero decidimos llenar aquí por seguridad.
Los depósitos de agua
estaban llenos y Emilin, meticuloso como siempre, ponía la dosis de legía que
nos mantendría sin infecciones, aunque nuestra flora intestinal cada día estaba
más resentida.
A unos doscientos
kilómetros de Aïn Salah en medio de una llanura de arena con dos pequeñas
colinas cercanas, había una construcción de adobe donde preparaban té y café,
paramos un rato para estirar las piernas, nos tomamos un café y le pedimos
permiso al dueño para realizar una pintada
sábado, 12 de enero de 2013
Hacia la mítica TAM.
A 95 km de Aïn Salah, la carretera desciende bruscamente, estamos saliendo de la meseta, aunque todavía tenemos el mismo paisaje de los últimos cientos de kilómetros, comenzamos a ver dunas de arena, aparece la ciudad, las calles están cubiertas de arena rojiza.
Aïn Salah |
El nombre de la ciudad
significa agua salada, y nunca un nombre fue tan apropiado. En la antigüedad
era un punto importante de paso de caravanas, en su mercado se vendían toda clase
de artículos, incluidos los esclavos.
Nos quedamos en el
camping, como la ciudad no tiene nada que ver, nos quedamos arreglando el
equipo.
Nos llamó la atención
que todas las dunas que rodeaban el camping tenían sobre la cresta una
empalizada hecha con cañas, palmas y palos para detener el avance de la arena,
que en algunos lugares casi tapaban palmeras de varios metros de altura.
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