sábado, 9 de marzo de 2013

EN EL DESIERTO......





Durante la cena vino a visitarnos el jefe del poblado, nos pidió café soluble, y a cambio nos regaló unas bombillas, pues nuestro generador las fundía con facilidad, tomamos café y chocolate con el caïd y luego nos fuimos a dormir.

Al día siguiente retomamos la pista y continuamos hacia Aoulef, la pista se hacía dura, pues los mojones de señalización no siempre estaban en su sitio, y aunque seguíamos en la misma dirección nos dábamos cuenta que el poste aparecía a doscientos o trescientos metros a nuestra derecha o izquierda.

La pista no existía, habían rodadas en cualquier dirección, lo que nos ponía en alerta y estábamos muy atentos a la brújula.

Solo una vez tuvimos que poner el 4x4 del camión para salir de un charco de arena blanda donde nos hundimos hasta la mitad de la rueda y de donde salimos sin mayor problema.


Lo que mas nos preocupaba era la navegación, el desierto es como el mar, y aquí perderte era lo mas sencillo del mundo, no había una pista como tal, y las balizas tampoco estaban todas, lo que nos producía intranquilidad, pero con un poco de suerte y mucha atención lo conseguimos, llegamos a Aoulef al medio día, habíamos hecho 135km en menos de cuatro horas, nos faltaban unos 100km para Reggane, la pista tenía “tole” y algún que otro tramo de arena blanda, pero no estaba mal, atravesamos un inmenso palmeral y dejamos atrás Aoulef.

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