jueves, 24 de enero de 2013

LA TUMBA DEL SANTÓN


Unos doscientos cincuenta kilómetros antes de Tam, nos desviamos unos kilómetros para visitar la tumba del Marabú Moulay Lahcene, un Imán que iba  a la Meca en peregrinación y murió en este lugar, se ha convertido en costumbre  que todo vehículo que circula por estos lugares, se acerque y de tres vueltas alrededor de la tumba en el sentido de las agujas del reloj, dicen que trae buena suerte y aleja a los malos espíritus, lo cierto es que el sentido de las vueltas lo aprendimos tarde, cuando la gente nos gritaba que íbamos al revés, un lapsus…
Atravesamos el pueblo de In Ekker, después una zona militar y a unos 25km otro pequeño pueblo, In Amguel, con un café junto a la carretera, bastante aceptable para lo que veníamos viendo. A lo largo de la carretera, se suceden los cadáveres de los vehículos que sucumbieron a las garras del desierto.

lunes, 21 de enero de 2013

C'an Pinet del desierto II


Pintada en el muro de la casucha en recuerdo de Pinet de Tárbena que nos había ayudado cuando Juan Pastor tuvo el accidente, hicimos publicidad en el desierto, además pensamos que no habría otra tan lejos, 3542km.
Cuando se viaja por el desierto, lo mejor es ser precavido, y como nosotros lo fuimos, no tuvimos ningún problema con el combustible, llegamos a Arak y nos dijeron que llevaban una semana esperando al camión cisterna, no tenían ni agua ni diesel….nosotros continuamos hacia Tam.
El paso de Arak está formado por unas gargantas de piedra rojiza, allí los franceses tenían una fortificación para controlar el paso en la ruta hacia Tamanrasset.

domingo, 20 de enero de 2013

C'an Pinet del desierto


Al día siguiente fuimos a la gasolinera para llenar los depósitos de diesel y los de agua en una fuente cercana, los grifos de la gasolinera no tenían paro automático y comenzaron a derramar combustible  por el suelo, pero nadie se preocupaba, pues el precio del diesel al cambio era de tres pesetas el litro. Nuestro mapa indicaba que había agua y combustible en el paso de Arak, pero decidimos llenar aquí por seguridad.

Los depósitos de agua estaban llenos y Emilin, meticuloso como siempre, ponía la dosis de legía que nos mantendría sin infecciones, aunque nuestra flora intestinal cada día estaba más resentida.
A unos doscientos kilómetros de Aïn Salah en medio de una llanura de arena con dos pequeñas colinas cercanas, había una construcción de adobe donde preparaban té y café, paramos un rato para estirar las piernas, nos tomamos un café y le pedimos permiso al dueño para realizar una pintada

sábado, 12 de enero de 2013

Hacia la mítica TAM.

A 95 km de Aïn Salah, la carretera desciende bruscamente, estamos saliendo de la meseta, aunque todavía tenemos el mismo paisaje de los últimos cientos de kilómetros, comenzamos a ver dunas de arena, aparece la ciudad, las calles están cubiertas de arena rojiza.
Aïn Salah

El nombre de la ciudad significa agua salada,  y nunca un nombre fue tan apropiado. En la antigüedad era un punto importante de paso de caravanas, en su mercado se vendían toda clase de artículos, incluidos los esclavos.
Nos quedamos en el camping, como la ciudad no tiene nada que ver, nos quedamos arreglando el equipo.
Nos llamó la atención que todas las dunas que rodeaban el camping tenían sobre la cresta una empalizada hecha con cañas, palmas y palos para detener el avance de la arena, que en algunos lugares casi tapaban palmeras de varios metros de altura.