domingo, 20 de julio de 2014

SIGO EN POTOSÍ

Me alojo en un pequeño hostal que se llama Carlos V, en la calle Linares, tiene quince habitaciones de las cuales solo dos están ocupadas, es barato (425pts) y está limpio, como el baño es común cada uno tiene que comprarse el papel higiénico.
Por la tarde he estado en el museo de Santa Teresa, de la orden de las Carmelitas. Tienen gran cantidad de cuadros religiosos, tallas y objetos de culto, he visitado las distintas dependencias de la clausura, aunque lo que más me gusto fue el claustro central, donde se respiraba paz, el porche tenía las columnas de madera de cedro, y aún quedaba un manzano que según decían tenía más de trescientos años y aún daba fruta.
El coro es impresionante, allí se reunían las monjas a oír la misa, en el suelo enterraban a las monjas que morían  en unos arcones cuya tapa era el suelo que pisábamos.
Al final de la visita te vendían dulces que hacían las hermanas que todavía están en clausura, no me atreví a probarlos, pero a cambio les compré un rosario para Consu, que también fabricaban allí.
He dado un paseo por la plaza del centro de Potosí, con árboles bien cuidados y debidamente identificados con un cartel con su nombre vulgar y científico. Luego me pasé por la iglesia de San Francisco de Asís, su arquitectura es preciosa, tiene una bóveda de cañón central y a ambos lados cúpulas que forman un rectángulo de cinco por tres metros. Junto a la iglesia se adosa un colegio de franciscanos.

Me acerque a ver la iglesia de Santa Teresa y la Torre de los Jesuitas, pero no se puede entrar pues están en obras de restauración, es un convenio con España con motivo del Vº Centenario.

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