El temporal de viento y
polvo ha parado, me levanto pronto me doy una ducha y sin pararme a desayunar me
voy a ver la iglesia y el museo de la Recoleta, al llegar saco unas fotos,
desde el mirador de la ciudad de Sucre. El museo está en el convento, la verdad
es que no es uno de los mejores que he visitado, los patios del convento están
muy abandonados, de todo el conjunto lo que me pareció más interesante es el
coro de la iglesia según dicen está tallado en madera de cedro, pero el árbol
que me enseñaron no se parece en nada a un cedro, he sacado algunas fotos pero
sin flash pues no lo he traído, lo normal es que no te permitan hacer fotos en
las iglesias.
Después de un buen
desayuno me fui a la iglesia de la Merced, el párroco es español, de Galicia,
llegó aquí hace más de treinta años.
He comido en la plaza y
luego me fui al hotel a por la mochila para ir al aeropuerto, he volado a La
Paz en un B-727 del Lloyd Aéreo Boliviano, en cuarenta y cinco minutos
estábamos aterrizando el aeropuerto del Alto, a las cuatro llamé a casa y luego
fui a dar una vuelta, al volver al hotel Sonja, Juanjo y Sebas ya habían
vuelto, me contaron que el tiempo había sido fatal y no pudieron hacer cumbre.
En el ascenso se toparon
con una enorme grieta, Sonja se había quedado en el campo uno, y Juanjo se puso
malo otra vez, solo Sebas continuó con un guía y un alpinista japonés, pero el
tiempo se volvía contra ellos y el colmo fue la grieta que no podían bordear y
a menos de cien metros de la cumbre dieron media vuelta. Bueno lo importante es
que todos están bien, la montaña seguirá allí. El Ilimani una asignatura
pendiente.
Hoy, seis de junio,
hemos dedicado el día a los museos de La Paz, museo costumbrista, del litoral,
del oro, arqueológico, y museo Casa de Murillo, que fue el que se rebeló contra
los españoles aquí en La Paz, después de comer Sebas y Sonja se fueron a la
peluquería y Juanjo y yo nos fuimos al hotel.
Antes de cenar fuimos a
ver un espectáculo llamado Sábados Populares, una pachanga que hacen en un cine
con actuaciones y concursos, cenamos en la Peña Nayra, allí pude probar los
chorizos chuquisaqueños, que estaban muy sabrosos, al finalizar nos fuimos al
hotel, Sebas tenía ganas de marcha y se fue a una discoteca.
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