lunes, 25 de mayo de 2020

OSLO



Siguiendo por la carretera 7, en dirección a la capital,  pasamos por el pueblo de Gol, bordeando el río Bromma y sin dejar esta ruta llegamos a Oslo, nos dirigimos al camping de Ekeberg, una atalaya desde donde hay unas vistas preciosas de la ciudad, antes de llegar, en los túneles que dan acceso a la ciudad hay rotondas con iluminación que son espectaculares, y el camping está indicado desde esas rotondas. El sitio es una inmensa pradera donde tú eliges el sitio en función de tus necesidades, en recepción compramos un pase para dos días que te permite viajar en transporte público sin límite, también hay pases para los museos, estuvimos dos días en Ekeberg, y visitamos los museos  de los Vikingos, el Fram, Kon- Tiki, el del Folklore etc. en el centro fuimos a comer al Café del Gran Hotel, un sitio antiguo que a Mari le gusta mucho visitar.
Oslo como ciudad resulta bastante anodina, y nos llamó mucho la atención que estaba bastante sucia.










 

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