BOLIVIA-92
EL ALTIPLANO ANDINO
Por muy acostumbrado que
creas estar, cuando solo te falta un día para salir de viaje, te asaltan un
sinfín de pensamientos y sensaciones de las que no puedes escapar, cuando
pienso en un viaje futuro, me entusiasmo mucho, pero al llegar el día de
partir, siento que el corazón se me encoge y me parece que no regresaré nunca,
entonces tienes una clara visión de cuanto quieres a los que te rodean, tu
familia, tus amigos, y eso te hace superar esa inquietud.
Irene no es capaz de
hablar sin ponerse a llorar, tú te controlas todo lo que puedes, la única que
no disimula es Aïda, porque es pequeña y no sabe muy bien lo que pasa. Yo
también tengo un nudo en la garganta con la despedida.
Cuando aterrizamos en el
aeropuerto del Alto, en La Paz, no pensaba que se notaria tanto el efecto de la
altura, pero casi nos mareamos al intentar cargar los petates.
Tomamos un taxi y fuimos
directos al hotel Residencial Rosario, donde después de volver a cargar con
nuestros pesados petates caímos rendidos, dormir……
Hoy hemos estado en la
embajada, nos trataron muy bien, hemos dejado los pasaportes y los billetes de
vuelta en un sobre cerrado para evitar pérdidas o robos, para circular por el
país llevamos una fotocopia del pasaporte autentificada por el canciller.
Después fuimos a hacer
un pequeño “tour” por la ciudad y el valle de la luna, nuestro taxista se llama
Rubén Luna y lo hemos contratado para todo el día, pues nos ha hecho un precio
muy bueno.
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