El 10 de enero de
1994 a las 14:30h, salíamos en tren hacia Madrid, los últimos agobios, los
petates y las despedidas quedaban atrás.
Después de cuatro horas, llegamos a la estación de
Chamartín, hace frio, allí nos están esperando mi prima Merce y Agustín, su
marido, con el autobús que ha alquilado y que nos trasladará, con toda nuestra
impedimenta, al aeropuerto.
A las 22:30, salimos hacia nuestra aventura americana, el
viaje transcurrió sin incidencias, si
exceptuamos la actuación de Vicen y el cuñao que terminaron con las existencias
de bebidas del avión y luego querían que el capitán pilotase un rato. Cuando
llegamos a Recife, en Brasil, subió un equipo de limpieza para perfumar y recoger los restos de la noche
larga que habíamos pasado.
El once de enero a las ocho de la mañana, llegamos a
Paraguay, estuvimos mas de una hora esperando en el aeropuerto de Asunción y
luego continuamos el viaje a Santiago de Chile.
A las 11:30h local, ya teníamos todos los trámites
aduaneros arreglados, alquilamos un minibús a la empres Tour Exprés, por 70$ y
nos llevó a la casa de Patricia, el contacto que nos había proporcionado
nuestro amigo el pintor Manuel Carmona, que había vivido en Chile y
conocía a esta señora.
Nos recibió muy bien y nos hizo una buena comida que
también nos cobró bien, pero todo cambió cuando hablamos de precio del alquiler
de la casa, quería cobrarnos 5000$ por una casa donde solo estaríamos una
semana !!
después de una larga negociación pagamos 1100$, un robo a
mano armada, pero no teníamos otra posibilidad en aquel momento.
12 de enero.
Lo dedicamos a realizar las compras de lo que necesitamos
para la estancia en el Aconcagua, y ponemos en orden el material de montaña.
El capitán nos a preparado una paella fenomenal. Por la tarde
contactamos con Javier del Fierro, que
tiene una tienda de montaña cerca del chalet donde vivimos, para cerrar el
trasporte desde Santiago hasta Penitentes.
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