18 de enero.
A primera hora el médico del campo base pasó revista a
Mateo, Manolo y Juan, y tenían la presión arterial un poco alta, para evitar
problemas les aconsejó bajar a Penitentes, ellos no querían pero al final les
convencimos y bajaron, las despedidas fueron tristes, pues ellos estaban muy
ilusionados de estar arriba con nosotros. Cuando ellos comenzaron a bajar,
nosotros empezamos a subir hacia Cambio de Pendiente, desde el campo base a
Plaza Canadá donde hay un escalón impresionante, subiendo a paso de nazareno,
tardamos siete horas en llegar a Cambio de Pendiente a 5310m, y luego dos horas
en descender hasta el campo base.
19 de enero.
Hoy hemos salido del campo base a las 9:30, Vicen se ha
quedado en la tienda pues no se encontraba bien, le dolía el costado izquierdo.
Sobre las 11:00h estábamos en el primer escalón, treinta
y cinco minutos más tarde llegamos a Plaza Canadá, lentamente seguíamos
subiendo, hoy mejor que ayer. A las 11:40h cruzamos un arroyo con unos
penitentes de hielo, y sobre las 12:10h llegamos a los grandes penitentes, una
hora y diez minutos más tarde llegamos a la gran roca cerca de Cambio de
Pendiente a 5150m, y en una hora más llegamos a los 5310m de Cambio de
Pendiente, paramos a beber y seguimos hacia Nido de Cóndores, el sendero pasa
por debajo de las ruinas del refugio Antártica Argentina, a las 16:05h llegamos
a Nido de Cóndores a 5500m, montamos las dos tiendas y a las 17:30h comenzamos
a bajar, la montaña estaba cubierta y empezaba a hacer bastante frio, a las
18:30h llegamos al campo base de Plaza de Mulas. Cenamos junto con Josema Casimiro y una chica con la que ha
intentado la cumbre y se han dado la vuelta a 150m de la cumbre por segunda
vez.
20 de enero.
Hoy hemos pasado el día descansando en el campo base, el
capitán nos ha preparado un suculento desayuno, la comida, la hemos compartido con
nuestros amigos japoneses, que el capitán ha invitado a nuestra tienda, por
señas le hicieron saber al capitán que querían que hiciese una paella, el les
dijo que no tenía arroz, y ellos lo trajeron, pero el arroz de los japoneses no
es como el nuestro, no se pasa ni coge el sabor de los otros ingredientes. Los ponja,
como los llama Panchito, trajeron aperitivos japoneses con sabor a pescado
podrido y algas secas, mientras se cocina la paella intentamos comunicarnos por
señas, en inglés o como podemos, nos cuentan que tienen que acumular las
vacaciones de varios años para hacer un viaje como este, pues solo tienen libre
dos semanas al año, por fin sale la paella, es de verduras y bacalao, pues es
lo que el capitán ha podido encontrar por el campo base, los amigos japoneses
están encantados y aunque la paella deja mucho que desear pues como dije antes el arroz no coge sabor,
no ha sobrado nada y es mejor esto que la sopa de pasta que preparaba Panchito,
hacemos sobremesa después del café vamos a la tienda de los Guarda Parques.
El capitán invitó a comer ayer a los Guarda Parques y les
pidió si podíamos utilizar su estación de radio para llamar a casa, no era muy
ortodoxo pero el capitán conseguía cualquier cosa en el campo base, queríamos
contactar con el Radio Club Calpe con
una estación de radio decamétrica que tienen ellos, lo intentamos, pero no
conseguimos hablar, en la frecuencia que nos dio Miguel Sala, nos sale una
estación de una base antártica que nos pide que salgamos de esa frecuencia que
al parecer es militar, lo dejamos y
volvimos a nuestras tiendas, esta noche vienen a cenar los paramédicos, y ya se sabe cuando tenemos
invitados la cosa se alarga y nosotros tenemos que dormir pues mañana subiremos
para quedarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario