NEPAL-97
Imja-Tse.
VIAJE AL PAIS
DE LAS MONTAÑAS
El
viaje a Nepal se planteó como una ruta de senderismo en el Himalaya,
con la ascensión a una montaña “fácil” denominada Imja-Tse
o Island Peak de 6189m.
Al
ser nuestro primer viaje a Nepal, contratamos con una agencia
especializada en este tipo de eventos, Viajes
Shanga, y
nuestro grupo estaba formado por los siguientes participantes:
Mateo
Pérez Aranda.
Ignasi
Astor Landete.
Juan
Antonio Revert Calabuig.
Sebastián
Pastor Ivars.
Salvador
Sendra Perelló.
Juan
Antonio Andrés Martínez.
Cuando
llegamos a Madrid nos reunimos con el resto del grupo que había
formado la agencia, esto es, dos grupos de diez personas, como
nosotros eramos seis, se sumaron cuatro, cada grupo de diez sería
autónomo, aunque en las paradas coincidiríamos.
Santiago
Gómez Oviedo, de Burgos.
Jaime
de José Guijarro, de Zaragoza.
Juan
Llabrés Escobar, de Palma de Mallorca.
Juan
Manuel Miralles, de Castellón.
El
guía de nuestro grupo de diez personas Juan Sobrino García.
Después
de un singular desfile por un sin fin de aeropuertos llegamos a
Kathmandú completamente destrozados, al salir del aeropuerto nos
recibieron con collares de flores, subimos a un pequeño autobús que
nos llevaría al hotel, las calles estaban atestadas de vida y
miseria, pero ajenos a todo llegamos al hotel Yac
& Yeti,
uno
de los mas lujosos de la ciudad. Después de una merecida ducha y una
siesta para poner en hora nuestros maltrechos cuerpos nos fuimos a
cenar.
Todo
el día siguiente lo dedicamos a visitar lo mas notable de la ciudad,
primero fuimos al templo de Pashupatinath,
allí junto al río Bagmati,
presenciamos la incineración de varios cadáveres en las escaleras
que están junto a las aguas, es un poco
el Benarés de Nepal, el cuerpo envuelto en una sábana, lo colocaban
sobre una pira de troncos, prenden el fuego y le van echando paja
húmeda, lo cierto es que ninguno de nosotros percibimos olor, al
finalizar la cremación, las cenizas y los los restos se barren hacia
el río, donde la corriente los dispersa, unas decenas de metros mas
abajo unos niños juegan y se bañan en la orilla.
La
entrada al templo está prohibida a los no hindúes, pero desde fuera
podemos ver los techos de pan de oro y la gran cantidad de gente que
accede al templo.
Mas
tarde fuimos a la ciudad de Bhaktapur,
situada a 16Km al este de la capital, es como una ciudad museo de
escultura y arquitectura hindú, por eso cobran entrada.
Fuimos
a ver la plaza de Durbar,
el palacio real, la plaza Taumadhi
y el templo de Dattatreya.
Lo cierto es que hay tal condensación de arte que merece la pena
verlo en un par de días.
El
palacio real es de madera y ladrillos, construido en el siglo XV, es
famosa la Puerta Dorada, ricamente trabajada. En la plaza Taumadhi,
la pagoda de Nyantapola,
construida en el siglo XVIII, dicen que es la mas alta y bonita de
Nepal, formada por una estructura piramidal, tiene cinco pisos,
guardando los lados de la escalera, figuras de elefantes, leones,
monos y hombres.
El
templo de
Dattatreya,
tiene gran diversidad de tallas de madera, y unas ventanas tipo pavo
real.
Un
poco mas tarde fuimos a la estupa de Bodnath,
la mas grande de Nepal, ocupa el centro de una gran plaza, y sus
laterales están guardados por molinos de oración, es por así
decirlo el centro de los tibetanos de
Kathmandú,
ademas según se dice la estupa guarda los huesos de Buda. A su
alrededor hay gran cantidad de tiendas de recuerdos y antigüedades
regentadas por los tibetanos que huyeron del Tibet a mediados de los
años cincuenta tras la invasión china.
Allí
participamos, junto a un grupo de mujeres tibetanas ataviadas con sus
trajes típicos, en una ceremonia budista, un tipo de ofrenda, donde
se tiraba harina al viento.
Por
la noche fuimos a cenar a un restaurante tibetano en la calle Narsing
Gate,
probamos la famosa cerveza tibetana, que se bebe caliente, y recuerda
al vino en fermentación. Cerveza en tibetano: Chang
Mañana
volaremos a Lukla, donde empieza nuestra marcha hacia las montañas.
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