Tughla
15
de octubre.
Salimos
de Periche por un sendero junto al riachuelo por su margen
derecho, aunque vamos despacio la respiración se acelera, el pulso se acelera,
excepto los pasos todo se acelera, vamos girando a nuestra derecha hasta
alcanzar un repecho , la gente forma una fila de hormigas, cada uno intenta
mantener su ritmo, bajamos un poco para volver a subir otra vez, cruzamos el
riachuelo y llegamos a Tughla, un conjunto de chabolas donde
tomamos un té.
Saoro
y Sebas llevan aquí un buen rato cuando nosotros llegamos, paramos un rato, tomamos un té y continuamos, seguimos
subiendo por una ladera empinada muy pisada, en el primer repecho hay una fila
de monumentos funerarios de porteadores y sherpas de un accidente que
hubo hace unos años, la vista de las cumbres es espectacular.
El
camino por el que subimos discurre entre dos cadenas montañosas, a nuestra
izquierda el Tawoche de 6542m y el Cholatse de
6440m, a nuestra derecha el Pokalde de 5806m, llegamos a una
pequeña planicie y paramos a comer, lo cierto es que estamos ya cansados de la
ensalada de col, el queso en lonchas y las zanahorias, menos mal que aún
tenemos nuestro jamón.
Al
superar un pequeño repecho aparece ante nosotros el Pumori de
7145m es la montaña que dibujaría un niño, bonita de verdad.
Lobuche y el Pumori
Cuando
salimos nos colocamos los frontales y vamos a intentar no meter los pies en lo
innumerables charcos que forma el riachuelo del pie del glaciar, nuestras
tiendas están al otro lado de la explanada un poco mas altas que las casa de Lobuche
en un bancal relativamente plano, después de cenar nos tomamos un té y dos
aspirinas y a dormir.
16
de octubre.
Hoy
hemos madrugado, a las 4:30 suena mi reloj, hace frio mucho frio, nos vestimos
y vamos a la tienda comedor a desayunar, esto nos pone un poco a tono,
preparamos las cosas y al poco rato salimos, son casi las seis, comenzamos a
caminar con la luz de los frontales, pero al poco tiempo comienza a amanecer.
El suelo cruje bajo nuestras botas, todo esta helado, el camino es a cada paso
mas incomodo, pues caminamos dentro del glaciar, por entre las piedras, el
sendero lo tienen que abrir cada temporada, pues el propio movimiento del
glaciar lo destruye.
Gora Shep, Kala Patar y Pumori.
Llegamos
a Gora Shep, un pequeño lago seco cuyo fondo es de arena blanca,
al este hay una pequeña edificación bastante rudimentaria que se dedica a “Tea
Room”, no paramos, bordeando la arena subimos hacia la cumbre del Kala
Patar de 5545m, el desnivel es solo de 385m pero a esta altura cuesta
dar un paso, subimos, hacemos fotos volvemos a subir y por fin llegamos a la
cumbre, un gran cairn marca la cima, una bandera de Taiwan atada a las piedras
ondea al viento. Até un pañuelo de cuello, a modo de Kata tibetana, para
dar gracias por haber llegado, nos hacemos unas fotos y comenzamos a bajar
hacia el lago seco de Gora Shep. Nuestro compañero Juan el
mallorquín, está destrozado, subía mal, pero bajar ha sido peor, yo tengo
también dolor de cabeza, al bajar de forma rápida me retumbaban las sienes.
Cumbre delKala Patar de 5545m
Juan, Ignasi, Sebas, Juan Antonio y Toni.
Después
de varias horas por entre las piedras del glaciar llegamos a Lobuche,
casi nadie quiere cenar, yo me tomo dos aspirinas y me acuesto, pues me sigue
doliendo la cabeza, a las cuatro de la mañana me tomo un nolotil y al rato ya
no tengo dolor de cabeza y vuelvo a dormir, Toni me despierta pasadas las
cinco, se levanta a mear en la botella y se toma dos pastillas de paracetamol,
la noche ha sido larga.
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