sábado, 1 de octubre de 2016

THYANGBOCHE, DÍAS DE ACLIMATACIÓN.




Los yaks, el medio de transporte.
11 de octubre.
Sobre las ocho salimos de Namche por una cuesta empinada que nos conduce al puesto de control de la policía, allí controlan nuestros permisos de acceso al parque y firmamos en un libro de registro, esta operación dura un rato, pues los guardas del parque son concienzudos en su trabajo.
Continuamos subiendo hasta un mirador sobre el pueblo desde donde se puede ver el monte Everest, Sagarmatha en nepalí, pero las nubes lo tapan.
El sendero sube hasta una pista de aterrizaje que por su aspecto no la deben  utilizar, continuamos andando por una pradera llena de edelweiss. Llegamos al hotel Everest view, un lujo para norte americanos y japoneses, con oxigeno en las habitaciones para poder dormir, mi altímetro marca 3800m, descendemos hacia el poblado de Khumjung en dirección norte, son las once horas, y nuestro campamento ya está montado en un prado cercado con un muro de piedra, un poco separado de las casas, estamos a 3780m.

Khumjung

Nos dicen que hay un teléfono y Toni y yo nos vamos a llamar a casa, pero es sábado y está cerrado. En la entrada del pueblo por Khunde hay un gran muro Mani y un Chörten cerca de la escuela que fundó Edmund Hillary.
12 de octubre.
A las 7:00, como es habitual, salimos hacia el monasterio de Thyangboche, subimos una pequeña cuesta y luego descendemos por una estrecha vaguada con unos grandes escalones de piedra, hasta llegar a un lugar llamado Phunki, situado a 3250m, hemos bajado 530m, que tendremos que volver a subir.
En este lugar un puñado de desarrapados arreglan el camino y nos piden una colaboración al pasar, aunque tiene toda la pinta de que se ponen en el camino cuando pasa alguien, les damos unas monedas.
Son las nueve de la mañana y paramos a tomar un bocado antes de iniciar la subida a Thyangboche, estamos parados casi dos horas, comenzamos a caminar y pasamos junto a un molino de oración que gira movido por las aguas de un pequeño arroyo.
Yo me distancié un poco de mis compañeros y llegué solo arriba, comenzaba a nevar y los pequeños copos lo teñían todo de blanco, las tiendas ya estaban montadas, dejé mis cosas y me fui a esperar a los demás al final de la cuesta.

Thyangboche.

Toni y Mateo subían a buen paso, se habían colocado los chubasqueros y estaban mojados por dentro, Mateo estaba pletórico, tenia una sonrisa de oreja a oreja y aparentemente no estaba demasiado cansado, al rato paró de nevar y bajó mucho la temperatura, tuvimos una buena cena y luego a dormir, mañana no tenemos que madrugar, dedicaremos el día a aclimatarnos y volveremos a dormir aquí.
El monasterio de Thyangboche esta situado en una plataforma situada a la izquierda del camino según subimos, en esta zona se concentran los últimos grandes árboles alrededor de unos prados donde acamparon los integrantes de la expedición que hizo cumbre por primera vez al Everest en 1953, según vayamos subiendo los árboles cada vez serán mas escasos. La vista del entorno es aquí impresionante, rodeados de grandes montañas y picos escarpados, destaca entre ellos el Ama Dablam de 6856m.


El Ama Dablam.

Fuimos hacia el monasterio para hacer una visita, pero hubo un contratiempo con un alemán y se suspendió la visita, paseamos por aquel entorno majestuoso, hicimos fotos y fuimos a hacer nuestras necesidades al borde del precipicio con unas vistas preciosas del valle.
Para aclimatarnos subimos a un pico junto al monasterio de 4550m, donde disfrutamos de las vistas y pudimos retozar por la hierba de la cumbre.
De vuelta al entorno del monasterio, escuchamos los sonidos de las trombas tibetanas y las caracolas que los monjes hacían sonar y retumbaban por el valle, dándole un aire místico y misterioso. Con la caída del sol la temperatura también se fue desplomando, hacía frío, después de cenar  fuimos a una caseta que hacia las veces de bar y se estaba calentito.


Los muros Mani son agrupamientos de piedras mani, piedras o guijarros con una cara relativamente plana, donde se tallan las seis sílabas del mantra OM MANI PADME HUM, u otro tipo de oraciones. Los Chörten son monumentos funerarios que siempre debes dejar a tu derecha

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