Dingboche
19 de octubre.
Anoche Toni estaba preocupado por Joan
el mallorquín, pues no quiere beber, nosotros intentamos que beba,
pero el dice que el té no le gusta, no es cuestión de gustos, le
decimos, es que necesitas liquido, pero el sigue en sus trece, le he
dicho a Toni que no le podemos obligar, ya le hemos dicho lo que le
puede pasar, si no bebe es cosa suya. A Toni le asusta que se ponga
peor o que pueda morir, si eso sucede le cargaremos en un yak y para
abajo, le digo.
Es un niño grande, se mete en la
tienda a comer galletas y no nos hace caso con lo de beber, bueno
pues allá el, no podemos hacer mas.
Como nos levantamos tarde fuimos a
desayunar al lodge
del chino, unas tortillas que le salen muy buenas. El mallorquín
sigue en la tienda.
Al medio día volvemos al río a
lavarnos un poco, el agua está helada,casi nos da un síncope, esto
de lavarse no es nada bueno.
Al mirar hacia el Imja-Tse
vemos la zona cubierta de nubes, eso no es bueno para nuestros
compañeros que esperan subir a la cima de la montaña.
Toni, Ignasi y yo estamos muy
entretenidos filosofando y contando historias de los años jóvenes
en los que los tres en diferentes lugares y en formas distintas
estábamos implicados en la lucha contra el sistema franquista,
recuerdos y hasta lágrimas salieron en aquellas charlas en el
pequeño prado verde pajizo donde nos gustaba ir y retozar.
Al anochecer bajan dos chicos de
Zamora, uno es médico y baja acompañando a su amigo tocado de mal
de altura, me parecieron buenos montañeros, tíos que se sacrifican
por sus compañeros y no les importa echar marcha atrás cuando la
situación lo requiere. Comentamos la estrategia de la empresa y
estamos de acuerdo que no es la mejor, ademas los grupos están
integrados mas por excursionistas que por montañeros preparados para
subir un seis mil.
Nos dan noticias de Saoro y de Sebas,
nos dicen que están bien, y que mañana quieren tirar para la
cumbre, nos vamos juntos a cenar al lodge
del chino, allí en un camastro hay un francés que debe tener algún
dedo del pie muerto pues mata el olor cuando el cabrón se quita las
botas.
Bueno, espero que mañana suban a la
cumbre Sebas y Saoro y los que puedan del grupo, aunque el tiempo
está dudoso.
20 de octubre.
Hoy de buena mañana nos ponemos a
mirar hacia el Imja-Tse,
pero las nubes juegan con nosotros y no podemos ver si sube gente.
Nosotros aquí seguimos con la misma rutina, nos levantamos,
desayunamos, leemos, escribimos, charlamos, filosofamos, comemos,
echamos la siesta, leemos, charlamos, paseamos, tomamos té, hacemos
fotos, cenamos, tomamos té y a dormir.
21 de octubre.
Seguimos esperando noticias de la
cumbre.
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