miércoles, 25 de enero de 2017

SHIGATSE



  Everest

Cerca de Lhatse-Dzong, Lhaze, unos cien kilómetros antes de la gran llanura, vemos el
monte Everest, el Chomolugma o diosa madre de los tibetanos, es una vista magnifica de la cara norte, una arista que discurre hacia la cumbre, situada a la derecha, parece una subida suave, pero no lo es, desde aquí no podemos apreciar su verdadera magnitud.
En la cumbre se aprecia un gran manto blanco que se debe a los fuertes vientos que sufría, pensé si habría alguien en la cumbre en ese momento, azotado por aquellos vientos terribles.
En Lhatsé, solo llenamos el depósito de diésel, Tsonam nos hace bajar del coche para entrar en la gasolinera, nuestro compañero de viaje, Claudio, está mareado y casi no se tiene en pié.
Unos kilómetros antes de entrar en el pueblo la carretera está bien asfaltada, y creíamos que seguiría así, pero no tardamos ni quince minutos en volver a la pista de tierra, veíamos a la gente regresar de los trabajos del campo en remolques tirados por viejos tractores, en bicicletas o simplemente andando. El valle parecía bastante fértil aunque estábamos a más de 3500m.


 Lhatsé

Caía la tarde cuando salimos de Lhatsé, el sol estaba casi sobre las montañas, subimos un pequeño puerto desde donde se dominaba el valle, el camino parecía mejor, pero Tsonam seguía a su ritmo. Tardamos seis horas en recorrer los poco más de ciento ochenta kilómetros entre Lhatsé y Shigatsé, Xigazé para los chinos, la luz de los faros de nuestro coche no parecía eléctrica, era similar a la de unas velas dentro de los faros.
Al fin llegamos a Shigatsé, Tsonam nos llevó a un hotelucho bastante cutre, nos dieron una habitación para los cuatro, con cuatro camas si baño, que nos costó 80 yuans, unas 400 pesetas por persona. Cenamos en la habitación y luego a dormir, bueno después de arreglar la cama de Toni que se rompió al sentarse en el borde para desvestirse.


 En el hotel de Shigatse

La pista de tierra te deja destrozado, así que dormimos de un tirón, este día hicimos quinientos cincuenta kilómetros por pista de tierra.
Al tener que confirmar el vuelo de vuelta con antelación, nos obligaba a llegar a Lhasa en horario de oficina, lo que nos impide visitar la ciudad de Shigatsé y su monasterio.
El monasterio de Tashilumpo es el mayor monasterio de la orden Gelupa, lo fundó el primer Dalai Lama en 1447, fue destruido por los chinos durante la revolución cultural y restaurado más tarde, tiene una estatua de oro macizo de Maitreya, el buda del futuro.
Nos levantamos muy temprano, y hace bastante frío, la ciudad está cubierta por una densa neblina que parece mas polución que niebla. A pesar del frío y la hora las calles están llenas de gente que supongo se dirigirán al trabajo. Nuestro coche no tiene calefacción y además tiene unos agujeros en el suelo por donde se cuela un aíre helado que nos deja las piernas entumecidas.
El ríoTsangpó

El río que nos acompaña es el Tsangpó, más conocido para los occidentales por el nombre de Bramaputra. La carretera ahora ya está asfaltada, y así seguirá hasta la capital, exceptuando algunos puntos donde el río o los desprendimientos la han borrado, aunque su estado en general es bastante bueno.

1 comentario:

  1. Ningún comentario de la foto de los calcetines de Mamá!! Jajajjaj seguro que Cuando lo lea dice algo!!! Jajajja un beso

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