Everest
Cerca de Lhatse-Dzong, Lhaze, unos cien kilómetros antes de la gran llanura, vemos elmonte Everest, el Chomolugma o diosa madre de los tibetanos, es una vista magnifica de la cara norte, una arista que discurre hacia la cumbre, situada a la derecha, parece una subida suave, pero no lo es, desde aquí no podemos apreciar su verdadera magnitud.
En
la cumbre se aprecia un gran manto blanco que se debe a los fuertes
vientos que sufría, pensé si habría alguien en la cumbre en ese
momento, azotado por aquellos vientos terribles.
En
Lhatsé,
solo llenamos el depósito de diésel, Tsonam
nos hace bajar del coche para entrar en la gasolinera, nuestro
compañero de viaje, Claudio, está mareado y casi no se tiene en
pié.
Unos
kilómetros antes de entrar en el pueblo la carretera está bien
asfaltada, y creíamos que seguiría así, pero no tardamos ni quince
minutos en volver a la pista de tierra, veíamos a la gente regresar
de los trabajos del campo en remolques tirados por viejos tractores,
en bicicletas o simplemente andando. El valle parecía bastante
fértil aunque estábamos a más de 3500m.
Lhatsé
Caía
la tarde cuando salimos de Lhatsé,
el sol estaba casi sobre las montañas, subimos un pequeño puerto
desde donde se dominaba el valle, el camino parecía mejor, pero
Tsonam
seguía a su ritmo. Tardamos seis horas en recorrer los poco más de
ciento ochenta kilómetros entre Lhatsé
y Shigatsé,
Xigazé para los chinos, la luz de los faros de nuestro coche no
parecía eléctrica, era similar a la de unas velas dentro de los
faros.
Al
fin llegamos a Shigatsé,
Tsonam nos
llevó a un hotelucho bastante cutre, nos dieron una habitación para
los cuatro, con cuatro camas si baño, que nos costó 80 yuans, unas
400 pesetas por persona. Cenamos en la habitación y luego a dormir,
bueno después de arreglar la cama de Toni que se rompió al sentarse
en el borde para desvestirse.
En el hotel de Shigatse
La
pista de tierra te deja destrozado, así que dormimos de un tirón,
este día hicimos quinientos cincuenta kilómetros por pista de
tierra.
Al
tener que confirmar el vuelo de vuelta con antelación, nos obligaba
a llegar a Lhasa
en horario de oficina, lo que nos impide visitar la ciudad de
Shigatsé
y su monasterio.
El
monasterio de Tashilumpo
es el mayor monasterio de la orden Gelupa,
lo fundó el primer Dalai Lama en 1447, fue destruido por los chinos
durante la revolución cultural y restaurado más tarde, tiene una
estatua de oro macizo de Maitreya, el buda del futuro.
Nos
levantamos muy temprano, y hace bastante frío, la ciudad está
cubierta por una densa neblina que parece mas polución que niebla. A
pesar del frío y la hora las calles están llenas de gente que
supongo se dirigirán al trabajo. Nuestro coche no tiene calefacción
y además tiene unos agujeros en el suelo por donde se cuela un aíre
helado que nos deja las piernas entumecidas.
El ríoTsangpó
El
río que nos acompaña es el Tsangpó,
más conocido para los occidentales por el nombre de Bramaputra.
La carretera ahora ya está asfaltada, y así seguirá hasta la
capital, exceptuando algunos puntos donde el río o los
desprendimientos la han borrado, aunque su estado en general es
bastante bueno.
Ningún comentario de la foto de los calcetines de Mamá!! Jajajjaj seguro que Cuando lo lea dice algo!!! Jajajja un beso
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