sábado, 12 de enero de 2013

Hacia la mítica TAM.

A 95 km de Aïn Salah, la carretera desciende bruscamente, estamos saliendo de la meseta, aunque todavía tenemos el mismo paisaje de los últimos cientos de kilómetros, comenzamos a ver dunas de arena, aparece la ciudad, las calles están cubiertas de arena rojiza.
Aïn Salah

El nombre de la ciudad significa agua salada,  y nunca un nombre fue tan apropiado. En la antigüedad era un punto importante de paso de caravanas, en su mercado se vendían toda clase de artículos, incluidos los esclavos.
Nos quedamos en el camping, como la ciudad no tiene nada que ver, nos quedamos arreglando el equipo.
Nos llamó la atención que todas las dunas que rodeaban el camping tenían sobre la cresta una empalizada hecha con cañas, palmas y palos para detener el avance de la arena, que en algunos lugares casi tapaban palmeras de varios metros de altura.

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