sábado, 20 de febrero de 2016

HACIA SANTIAGO


26 de enero.
Una voz estridente hizo que me despertase, me di cuenta que había dormido vestido y calzado, me dolía mucho la cabeza y todo me daba vueltas, fui a ducharme y eso me despejó bastante, aunque descubrí que con tanto alcohol mi almorrana estaba en su mejor momento, me puse un poco de crema y a correr, pero estaba empezando a dolerme. Debíamos esperar a Javier que llegara con las furgonetas, fuimos a comer, después del café apareció Javier u Juanito, cargamos todos los bultos, nos despedimos de Panchito y su familia y salimos hacia Santiago.

En unos minutos llegamos a la frontera argentina, con sus cabinas de Telefónica, parecía que estábamos en casa, un guardia borracho daba la nota en el lugar. Al poco tiempo llegamos a la zona chilena, allí nos esperaba la mejor parte, un joven de aduanas, del ministerio de agricultura, nos pregunta si llevamos comida sin envasar o fruta fresca, le decimos que no, no llevamos nada, nos explica que si nos hace un registro y le hemos engañado nos pondrá una multa que nos iba a dejar tiesos, en plan colegas le decimos que no llevamos nada, entonces nos dice: vale, bajad todos los petates y extended todo el contenido en el suelo, casi nos da algo, desmontar todo aquel equipo, estuvimos más de una hora, nos explicó que en la fruta argentina, habían unos bichitos que contaminaban los cultivos en chile, cumplida su misión, nos dejó marchar.

En la casa de Santiago.

Fue una alegría llegar a nuestra casa de Santiago, allí nos esperaban Manolo, Mateo, Jaumemiquel y el notario, con abrazos sinceros se despejan todas sus preocupaciones de los días pasados, Manolo y Mateo estaban especialmente contentos de que estuviésemos todos juntos, ya estaban en plena forma, el susto de Plaza de Mulas ya había pasado, nos ayudan a descargar los petates y las mochilas, menos el notario que se mantiene al margen, nos inundan a preguntas, quieren saber todo lo que hemos pasado, formamos un buen grupo , muy compenetrado, salvo honrosas excepciones, que siempre tiene que haberlas. De aquí a la Patagonia.
Las notas del viaje a Patagonia, voy a emplear en gran parte los escritos de Mateo, que son mucho mas extensos que los míos, y dan una visión bastante mas exhaustiva de lo que fue el viaje.

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